¿Sabías que los trabajadores mayores tener un mejor salario cuando cambian de trabajo?
Existe una creciente decepción laboral para aquellos con décadas de experiencia a los que se les ofrecen salarios muy por debajo de lo que valen. Esto no es nuevo, pero es generalizado y para aquellos trabajadores de 50 años o más que perdieron su trabajo durante la pandemia, o tomaron una jubilación anticipada, pero no terminaron de trabajar, es una cruda realidad.
En particular, los trabajadores mayores que están cambiando de campo profesional se enfrentan a este enigma. Y una de las grandes tendencias que hemos encontrado para los trabajadores mayores en el nuevo mundo laboral creado por COVID-19 es un aumento en el cambio de carrera, por lo que este tema de la remuneración es especialmente relevante en la actualidad.
De la población de personas de 45 años o más que cambiaron de carrera en los últimos tres años, el 66% aceptaron la oferta de trabajo sin pedir mejoras en sus prestaciones. Algunos mencionan que les hubiera gustado un puesto más alto, acorde a su experiencia y antigüedad. También aceptaron algo más bajo en términos del nivel de compensación.
Es incómodo y vergonzoso aceptar un salario por debajo de nuestras expectativas. Es una cuestión de ego, claro, pero también es un gran problema de bolsillo si necesita los ingresos para mantener el estilo de vida y cumplir con las obligaciones financieras.
Pero incluso si no estás cambiando de campo, las ofertas de salarios bajos no son infrecuentes para los trabajadores mayores. Sin embargo, rechazar uno puede ser difícil si has estado buscando durante mucho tiempo. Es alarmante saber que 63% de los solicitantes de empleo de más de 45 años han estado sin trabajo durante más de un año frente a solo el 36% de los solicitantes de empleo de 18 a 34 años, lo cual hace que acepten casi cualquier cosa y condiciones de trabajo.
Sin embargo, hay algunos movimientos que puedes hacer para negociar. Si ya se ha tomado la decisión de contratarte para el puesto, eso es un gran obstáculo vencido. Ellos ya te quieren en el equipo y han gastado tiempo y dinero para llegar a esta fase del proceso.
Aquí hay algunas sugerencias para ayudarte a navegar esta conversación sin cerrar la puerta a la oportunidad de trabajo, especialmente si es una que realmente te atrae.
¿Cuánto quieres?
La forma más fácil de trazar la línea en la arena es hacer un examen de conciencia sobre el número mínimo que estás de acuerdo con aceptar sin sentirte subestimado o mal pagado.
Con frecuencia, un trabajo es mucho más que los ingresos que obtiene de él, por lo que también deberás poner en la balanza las prestaciones económicas y emocionales que te ofrezcan.
¿Cuánto pagan en puestos similares?
Investiga lo que suelen pagar para ese mismo puesto o similar en otras empresas para asegurarte de que tus esperanzas estén en lo cierto. Incluso puedes buscar en las bolsas de trabajo para ver qué puestos similares han publicado con rangos salariales.
¿Qué hay más allá del sueldo?
Debes pensar en un panorama más general, considerando los beneficios paralelos. Si no puedes obtener el salario que deseas, negocia una compensación adicional que te permita una mejor calidad de vida laboral. Eso puede incluir beneficios como el trabajo remoto (algo que no es realmente un problema hoy en día, pero podría serlo una vez que salgamos de esta pandemia), horarios flexibles, más días de vacaciones pagados y acceso a apoyos por educación y programas de capacitación en el lugar de trabajo.
¿Puedes negociar el salario a corto o mediano plazo?
Uno de los movimientos menos comunes, pero aceptables, es expresar con entusiasmo tu agradecimiento por la oferta de trabajo, pero solicitar volver a revisar tu salario en tres o seis meses. Sí, es una apuesta, pero si realmente quieres el trabajo y ellos te desean a ti, probablemente valga la pena intentarlo. Ese período de tiempo te da la oportunidad de demostrar tu valía a la empresa y probar el trabajo para ver si realmente es una buena opción para ti.
Asegúrate de tener esto por escrito para que puedas pedirle posteriormente a tu jefe inmediato a cumplir el trato. Programa revisiones informales periódicas durante ese período de tiempo, si es posible.
Recuerda que tanto tú como la empresa se brindan valor mutuo y todo proceso de reclutamiento es una negociación donde ambas partes deben quedar satisfechas.